Escudo de la antigua Anteiglesia de Begoña
La Basílica de Nuestra Señora de Begoña es uno de los
principales símbolos de Bilbao y Bizkaia. Este emblemático lugar, dedicado a la
patrona de Bizkaia, también da origen al nombre propio femenino
"Begoña". La historia de la Basílica está profundamente entrelazada
con la fundación de Bilbao y los acontecimientos históricos que marcaron la
región.
En la carta-puebla de fundación de Bilbao, expedida el
15 de junio de 1300 por D. Diego López de Haro, Señor de Bizkaia, se menciona
por primera vez el monasterio de Santa María de Begoña. En aquel momento, ya
existían tres anteiglesias anexas a la villa: San Pedro de Deusto, San Miguel
Mártir de Abando y Begoña. Sin embargo, Begoña no se incorporaría a Bilbao
hasta el año 1925.
El origen de la actual Basílica se remonta a una
primitiva ermita. En 1382, el rey de Castilla y Señor de Bizkaia, D. Juan I,
otorgó el patronazgo de esta ermita al Conde de Mayorga. Posteriormente, el
Conde cedió este patronazgo a sus parientes de la familia Leguizamón, quienes
recibieron la confirmación del rey Juan II en 1453. En 1519, sobre las bases de
esta ermita gótica, se construyó la primera iglesia, que fue ampliada en 1588.
En 1590, la Anteiglesia de Begoña promulgó unas
ordenanzas de 28 capítulos que regulaban su régimen de gobierno, basado en un
Concejo abierto con fieles, y establecían un estricto control económico de la
vida local. Estas normas reflejan la organización y autonomía que
caracterizaban a las comunidades de la época.
La Basílica de Begoña ha sido un importante centro de
devoción para los bilbaínos y vizcaínos. Además, desempeñó un papel estratégico
en las guerras carlistas, actuando como un puesto avanzado de observación y
baluarte de resistencia. Durante la primera y tercera guerras carlistas, la Basílica
sufrió numerosos bombardeos que dañaron su torre y tejados, pero su sólida
construcción de piedra impidió que fuera tomada por las tropas sitiadoras.
La festividad de la Virgen de Begoña se celebra los días 15 de agosto, en honor a Nuestra Señora, y principalmente el 11 de octubre, fecha en la que el papa Pío X declaró canónicamente a la Virgen de Begoña como patrona de Bizkaia en 1903. El escudo de la antigua anteiglesia refleja su esencia mariana mediante la representación de azucenas, que simbolizan las virtudes de la Virgen María. Dependiendo de la época, los escudos muestran entre tres, cuatro y cinco azucenas. En este caso, son cinco, basado en un grabado del año 1639, primer blasón de la Anteiglesia de Begoña del que se tiene constancia.
Escudo de la Anteiglesia de Begoña
La versión que he diseñado y dibujado es la siguiente: De azur, un jarrón de plata, con cinco azucenas de lo mismo.