miércoles, 12 de junio de 2024

CASA REAL AFROBOLIVIANA

 Casa Real Afroboliviana


 S.M. el Rey Don Julio I. Casa Real Afroboliviana.


La Casa Real Afroboliviana tiene sus raíces en África. El Príncipe Uchicho, hijo del Rey de una tribu en Senegal, fue llevado a Bolivia alrededor de 1820 en uno de los últimos grupos de esclavos, terminando por trabajar en la Hacienda del Marqués de Pinedo, ubicada en Los Yungas, al norte del Departamento de La Paz.

Este miembro de la nobleza africana fue rápidamente reconocido por los otros esclavos como su Rey, quienes informaron a sus amos de este reconocimiento. Todos ellos se ofrecieron a trabajar media hora extra cada día para que su Rey, debido a su estatus, fuera eximido de cualquier trabajo o tarea.

La identificación del Rey fue sencilla. Un día, mientras el Príncipe Uchicho se lavaba en un río cercano, con el torso desnudo, los demás esclavos notaron las marcas, dibujos y señales inconfundibles que distinguían a los miembros de la realeza en las tribus africanas.

El Príncipe Uchicho fue coronado solemnemente en 1832. Se dice que su padre, antes de fallecer, envió su corona, su capa, su bastón de mando y un chaleco bordado en oro y plata para esa ocasión.

A Uchicho le sucedió Bonifaz, quien adoptó el apellido de sus patrones: Pinedo. Luego siguieron los reyes Don José y Don Bonifacio, este último coronado en 1932 y aún recordado por los más ancianos de la región.


                                                        S.M. el Rey Don Bonifacio I. Casa Real Afroboliviana.

S.M. el Rey Don Bonifacio I

El Rey Bonifacio encabezaba las festividades de San Benito en Mururata, siendo llevado en andas por la respetuosa multitud afrodescendiente. Vestía con ropas lujosas y todos los símbolos de la realeza: corona, cetro, banda y capa bordada. Estas celebraciones se llevaban a cabo con gran pompa y el máximo entusiasmo de los habitantes de Yungas. El Rey inauguraba los bailes interpretando la “zemba”, con un mortero en mano y lanzando frases y exclamaciones enaltecedoras hacia su raza y las personas que le acompañaban. Luego, se bailaban el “tundiqui” y la “saya”, con el ritmo marcado por el “tam-tam” de los tambores africanos.

El Rey Don Bonifacio I, quien falleció en 1954, tuvo varias hijas, tratadas como Princesas por la Comunidad. La mayor, Doña Aurora, se casó con Genaro, y fueron padres de cuatro hijos: Julio (el actual Rey), Justino, Hermenegildo y Gabriel, los tres últimos ya fallecidos.


                                                             S.M. el Rey Don Julio I. Casa Real Afroboliviana.

S.M. el Rey Don Julio I

Su Majestad el Rey Don Julio I, nació en Mururata el 19 de febrero de 1942 y lleva casi cincuenta años casado con la Reina Doña Angélica Larrea. Son padres del Príncipe Rolando, el heredero al trono, nacido el 30 de julio de 1994.

En cuanto a los fundamentos legales que respaldan la legitimidad constitucional de la Realeza Afroboliviana, representada por Don Julio Pinedo, Monarca de los afrobolivianos, son incuestionables y han sido reconocidos por su comunidad en dos ocasiones.

En 1992, el Rey Don Julio fue coronado por la Comunidad Afroboliviana en una ceremonia destacada, celebrada en la Hacienda del Marqués de Pinedo. El 18 de abril de 1992, durante la fiesta de San Benito, patrono de la Comunidad Negra de Los Yungas, al ritmo de bombos, tambores y rascas, Don Julio I fue coronado en presencia de afrobolivianos y numerosos pobladores blancos que llegaron desde diversos lugares para participar en las festividades.

En la Hacienda, un lugar bellamente decorado, un coro de jóvenes afrodescendientes añadió solemnidad al Oficio Religioso, cuya homilía destacó el acto que se iba a realizar y su significado. Don Julio Pinedo, escoltado por personalidades del pueblo, amigos e invitados, se dirigió entre cantos, palmas y flores a la plazoleta de la Hacienda para ser coronado Rey de los Afrobolivianos, recibiendo con dignidad y majestad los símbolos reales, el manto rojo y la corona.

Don Martín Cariaga Osorio, propietario del lugar, pronunció unas emotivas palabras que impactaron a todos los presentes: “El Rey Bonifacio –dijo solemnemente-, el Abuelo, coronado por última vez en 1932, era un hombre de bien, con personalidad, educado, de buenas costumbres, recto en su conducta y considerado por la gente como un verdadero Rey. Eso serás de hoy en adelante, Julio Pinedo, Rey ya no de los esclavos, sino de hombres y mujeres libres que aspiran a una vida mejor, con dignidad y amor a esta Patria que es la nuestra y a la que juntos honraremos con firmeza para hacerla grande”.

Una segunda coronación, esta vez oficial, tuvo lugar el 3 de diciembre de 2007. El Prefecto de La Paz, Don José Luis Paredes Muñoz, ratificó formalmente la coronación que el Pueblo Afroboliviano había realizado 15 años antes en favor de Don Julio Pinedo. Ese día, el heredero del Príncipe Uchicho prometió nuevamente “cuidar por la felicidad y el bienestar de todos los afrobolivianos”, al recibir la corona y el bastón de mando de manos de la primera autoridad política de La Paz, vistiendo una capa roja ribeteada con motivos de leopardo sobre una túnica blanca.

La coronación comenzó con un desfile en la Plaza de Armas paceña, la Plaza de Murillo, sede del Gobierno y el Parlamento, con una nutrida participación de afrobolivianos, vestidos de blanco y con una mezcla de prendas tropicales y andinas, bailando al ritmo de la “saya”.

“Tener Rey es el mayor símbolo de nuestra reivindicación cultural y social y tiene para nosotros una incidencia política muy fuerte”, afirmó Martha Inofuentes, líder de la Comunidad Afroboliviana, el día de la coronación de S.M. el Rey Don Julio I.

El Secretario General de la Prefectura de La Paz, Don Alejandro Zapata, manifestó a la prensa que, desde su coronación, S.M. el Rey Don Julio I “debe recibir en la región todo el respeto y consideración, además del tratamiento protocolario de una alta autoridad, como un ministro o un presidente”.

Previamente, la Resolución 2033 del Consejo Departamental de La Paz, del 15 de noviembre de 2007, en su artículo primero, reconocía a Julio Pinedo, natural de Mururata, municipio de Coroico, provincia Nor Yungas, como REY AFRO-BOLIVIANO. El artículo segundo reclamaba que “por el alto reconocimiento de la Prefectura de La Paz al Rey Afro-Boliviano, la población debe mostrar todo el RESPETO, RECONOCIMIENTO Y CONSIDERACIÓN al Señor Don Julio Pinedo”. Finalmente, el artículo tercero establecía el 3 de diciembre de 2007 como la fecha para la CORONACIÓN FORMAL de Julio Pinedo y la imposición de los símbolos reales.

Un detallado considerando destacaba la importancia de preservar para las nuevas generaciones sus señas de identidad cultural, y proclamaba la legitimidad de Don Julio como descendiente del Rey Bonifacio.

Si bien la coronación formal por parte de la Prefectura de La Paz es significativa desde el punto de vista jurídico, el reconocimiento de la Comunidad Afroboliviana y sus instituciones, plasmado en la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009, es aún más relevante. En el artículo 3 de la Carta Magna se proclama que “la nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano”. Esta declaración se concreta en el artículo 32 del texto constitucional al afirmar que “el pueblo afroboliviano goza, en todo lo que corresponda, de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales reconocidos en la Constitución para las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos”.


                                                                    El Rey y la Reina. Casa Real Afroboliviana.

La Familia Real

La Familia Real Afroboliviana está compuesta por Su Majestad el Rey Don Julio I, su esposa, la Reina Doña Angélica, y el heredero al trono, el Príncipe Rolando. Residen en la pequeña ciudad de Mururata, en La Paz, Bolivia.

Su Majestad el Rey Don Julio I nació en Mururata el 19 de febrero de 1942. Fue reconocido oficialmente como Rey Afroboliviano el 3 de diciembre de 2007. Actualmente, cuenta con unas oficinas construidas por la comunidad, donde recibe a las numerosas personalidades que lo visitan con mayor frecuencia cada día. Desea permanecer al lado de su pueblo, donde vivieron sus antepasados. Acepta plenamente su responsabilidad como Rey de los Afrobolivianos y comprende el significado social, cultural y político de este rol. Es muy consciente del reconocimiento que la Constitución de 2009 otorga a las instituciones tradicionales de la Comunidad Afroboliviana.

Como es tradicional, el Rey actúa como mediador en los conflictos que puedan surgir dentro de la comunidad y es consultado en todas las cuestiones de relevancia que afectan al pueblo afroboliviano.

La Reina Doña Angélica Larrea, una mujer inteligente, muy trabajadora y responsable, fue alcaldesa de Mururata en dos ocasiones desde 1997. Durante su gestión, se lograron importantes avances como la provisión de agua potable y la construcción de la plaza pública, entre otros logros.

El Príncipe heredero Rolando Julio Pinedo Larrea, nacido el 30 de julio de 1994, es un joven comprometido con el bienestar de su pueblo y desea ser un digno sucesor de la Casa Real. Tras cursar estudios universitarios en La Paz durante los años académicos 2012-2013 y 2013-2014, trabajó como administrativo en el Senado del Estado Plurinacional de Bolivia en 2014 y a inicios de 2015. Posteriormente, trabajó en la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz hasta 2016. Desde 2017, reside en Mururata junto a sus padres, aportando los conocimientos y la formación adquirida durante su etapa universitaria y laboral en las instituciones gubernativas del Estado Plurinacional de Bolivia. Actualmente, ostenta la Gran Cancillería para África de la Real Orden del Mérito del Príncipe Uchicho.


Sus Majestades con el Príncipe Rolando. Casa Real Afroboliviana.

Por otro lado, Su Majestad posee una serie de distinguidas condecoraciones y honores que le han sido otorgados por Jefes de otras Casas Reales, así como por diversas corporaciones nobiliarias, con las cuales mantiene estrechos lazos de amistad y colaboración. Entre sus distinciones destaca su nombramiento como Académico Honorario de la Academia Teutónica de Sicilia, dependiente de la Orden Teutónica.


Escudo de armas

El Escudo de Armas de Su Majestad el Rey Don Julio Pinedo, diseñado por el Excelentísimo Señor Doctor Don Miguel Dongil y Sánchez, Canciller y Cronista Rey de Armas de la Casa Real, simboliza de manera emblemática la fascinante historia de la Dinastía Real Afroboliviana.


Escudo oficial

Sus armas se blasonan de la manera siguiente: Escudo cuartelado. Primer cuartel de oro, un sol de gules figurado. Segundo cuartel de azur, un barco al natural. Tercer cuartel de azur, una llama al natural, contornada. Cuarto cuartel de sinople, un busto de africano coronado. Timbrado con una Corona Real. Lema: ``Ductus sum a marioribus´´ (Mis antepasados me guían).

En cuanto al escudo de armas, hemos indicado la descripción oficial del mismo. A continuación incluyo una versión que he realizado, describiéndolo de la siguiente manera:

Escudo cuartelado: 1º, de oro, un sol de gules; 2º, de azur, un barco al natural; 3º, de azur, una llama al natural, siniestrada, y 4º de sinople, una cabeza de negro de sable, anillada y coronada de oro.